Beneficios locales
Vivimos un momento de inflexión en lo referente a la energía: queremos ser motor de cambio.
En los próximos años está previsto el cierre de las centrales nucleares. El cierre generará un beneficio a nivel medioambiental y un perjuicio a nivel laboral para muchas personas de las Terres de l’Ebre. Gironés-Raïmats apuesta por el uso de energía verde para facilitar el cambio de paradigma energético y favorecer un impulso económico en el territorio.
El proyecto permitirá generar más de 5.000 puestos de trabajo directos durante su construcción, que está previsto que dure siete años. Además, permitirá recuperar parte del personal cualificado del sector nuclear y la creación de pequeñas y medianas empresas, que darán servicio en los mantenimientos especializados de edificación, obra civil e instalaciones eléctricas y mecánicas.
La existencia de este activo energético abrirá nuevas posibilidades de inversión en desarrollos industriales que necesiten energía eléctrica de origen renovable abundante a un coste competitivo.
Estamos impulsando dos vías innovadoras:
- La construcción en las inmediaciones de la central de un parque tecnológico dedicado al sector digital, que estará vinculado con la llegada en 2023 del segundo cable submarino de fibra óptica más importante del mundo en extensión. Este hecho permitirá convertir a Cataluña en un polo de atracción de grandes inversiones de los principales operadores y proveedores globales de Internet.
- La colaboración con la Plataforma Hidrógeno Verde Cataluña Sur para abastecer buena parte de la energía verde que necesitará el complejo petroquímico de Tarragona para generar unas 80 t/h de hidrógeno verde en 2030.
Beneficios globales
El proyecto de Gironés-Raïmats contribuye de forma firme a la lucha contra el cambio climático y a la sostenibilidad de nuestro planeta. Es una iniciativa con beneficios no solo para las Terres de l’Ebre, Cataluña y España, sino también para Europa.
Al ser un proyecto de interés comunitario, la UE ha estimado que Gironés-Raïmats, en el año 2030, supondrá las siguientes ventajas:
- Aportará a la sociedad una seguridad de suministro ante posibles eventualidades en la red que reducirá los costes de operar el sistema eléctrico, valorado en 110 millones de euros al año.
- Reducirá las emisiones de CO2 al permitir sustituir centrales de generación térmica que usan combustibles contaminantes por energías renovables, valorado en 115 millones de euros al año.
- Disminuirá las pérdidas en la red por no tener que traer la energía de lejos, valorado en 28 millones de euros al año.
En resumen, se rebajará la factura a pagar por los contribuyentes en unos 250 millones de euros al año.